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miércoles, 22 de octubre de 2014

PUESTES EINSTEN-ROSEN

Un agujero de gusano "espeluznante" o el puente de Einstein-Rosen

Aunque es aún un concepto hipotético y especulativo, investigadores aseguran que dos agujeros negros pueden entrelazarse, como hacen las partículas cuánticas, y crear un agujero de gusano.

Albert Einstein lo denominó “espeluznante”; y así permanece. Ciertamente, se trata de uno de esos fenómenos cuánticos que arrebata anonadados “no sé” de los físicos ya que, a distancia, dos partículas subatómicas parecen comunicarse; le llaman el entrelazamiento cuántico. Ahora bien, antes de adentrarnos en la nueva noticia, recordemos que estamos hablando de la cuántica, probablemente utilicemos palabras que expresan más bien una metáfora de lo que realmente está ocurriendo ya que es un mundo difícil de explicar pues no se parece al nuestro. Ese nanouniverso, donde Planck, por ahora, parece ser el límite, se comporta muy distinto al nuestro y continúa impactando a los investigadores de distintas formas. El asunto actual se pone aún más interesante porque integra a un agujero de gusano.

El fenómeno del agujero de lombriz, gusano o, más seriamente, puente de Einstein-Rosen, se le conoce popularmente como un “atajo” en el espacio, una característica hipotética de la teoría de la relatividad que permitiría viajar en el espacio-tiempo. Sin embargo, y a pesar de las ecuaciones y teorías, no existen pruebas, de hecho, estos agujeros de gusanos son altamente especulativos, aún dentro del concepto mismo del fenómeno; lo que hace la nueva noticia mucho más interesante si te gustan estas cosas.
Físicos de las universidades de Washington y Stony Brook en Nueva York creen que el fenómeno espeluznante en la cuántica podría estar intrínsecamente vinculado con los agujeros de gusano, sin embargo, el viaje o la comunicación serían imposibles a través de estos agujeros de gusano.

Veamos primero la acción de entrelazamiento. En este fenómeno, cuando dos partículas subatómicas están entrelazadas, se comportan como si se comunicaran, como si estuviesen conectadas, no importa si las separan unos cuantos metros o años luz; cuando el momento angular intrínseco o espín de una cambia, el otro lo hace pero del lado opuesto. Una de las partículas puede estar en una estrella de Andrómeda y la otra dando vueltas alrededor de un agujero negro en la Vía Láctea, si están entrelazadas, cuando una cambie, la otra lo hará también. Este fenómeno ha sido demostrado varias veces.

Los investigadores indican que así mismo actuarían dos agujeros negros entrelazados. De hecho, podrían estar en lados opuestos del universo, pero si andan entrelazados, el agujero de gusano permanecería conectándolos.

“Los agujeros negros, que pueden ser tan pequeños como un átomo o millones de veces más grandes que el Sol, existen en todo el universo, pero su atracción gravitacional es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ellos. Si dos agujeros negros están entrelazados”, dijo Andreas Karch, “eso quiere decir que una persona que se encuentra afuera de uno no sería capaz de ver o comunicarse con alguien que esté afuera del otro. La única forma de que ambos se comuniquen es saltando en sus agujeros, entonces compartirían el mismo mundo interior”.

El trabajo demuestra una equivalencia entre la mecánica cuántica, que se ocupa de los fenómenos físicos a muy pequeñas escalas, y la geometría clásica. De acuerdo con Karch, son dos maquinarias de matemáticas diferentes persiguiendo el mismo proceso físico. El objetivo final es el uso de una nueva herramienta que ayuda a los físicos a comprender mejor el popular pero incomprendido fenómeno espeluznante de las partículas entrelazadas.

“Sólo hemos seguido las reglas bien establecidas que las personas llevan conociendo desde hace quince años. Entonces nos preguntamos: ¿Cuál es la consecuencia del entrelazamiento cuántico?”

Como siempre, las noticias cuánticas a veces parecen más de ciencia ficción que de física real, en mi opinión, eso las hace curiosas e interesantes; detenidas en ese umbral del desconocimiento y la investigación futura.


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